
Cuando un líder de los gansos se cansa, se pasa a uno de los puestos de atrás y otro ganso toma su lugar. Los gansos que van detrás graznan (producen el sonido propio de ellos) para alentar a los que van delante a mantener la velocidad. Una palabra de aliento produce grandes beneficios.
Finalmente, cuando un ganso se enferma o cae herido por un disparo, otros dos gansos salen de la formación y le siguen para ayudarlo y protegerlo. Se quedan acompañándolo hasta que éstá nuevamente en condiciones de volar o hasta que muere y sólo entonces los dos acompañantes vuelven a la bandada o se unen a otro grupo. Si nosotros tuviéramos la inteligencia de un ganso, nos mantendríamos uno al lado del otro apoyándonos y acompañándonos.
Que enseñanzas! en serio esto si es admirableeeeeeeeee! que excelente post como siempre!
ResponderEliminarBendiciones!
Ayer le comete a mi marido sobre tu post, me dice como saben lo que tienen que hacer?
ResponderEliminarLe digo es su naturaleza, Dios los ha proveido con cualidades especiales para sobrevivir y vivir. Cualidades que desgraciadamente los humanos raramente utilizamos a nuestro favor.
Un saludo!
que hecho tan increible, me ha conmovido tanto, que hasta me he llegado a emocionar y todo, es incongruente que el hombre presuma de ser, el que tiene alma y cada vez más, los animales lo superan en humanidad...yo estoy convencida de que sienten y hasta piensan...de marera sencilla, sólo con amor...y por eso creo que si que tienen alma...
ResponderEliminarun placer...tienes un blog precioso...